El esquí de fondo adaptado es una modalidad deportiva que permite a personas con discapacidad física, sensorial o intelectual disfrutar de la belleza y los desafíos del esquí de fondo.
¿En qué consiste?
A diferencia del esquí alpino, que se desarrolla en descensos, el esquí de fondo adaptado se practica deslizándose por pistas llanas o con suaves ondulaciones, utilizando esquís más largos y estrechos que los de alpino. Los esquiadores se impulsan con ambos pies y el uso de bastones es fundamental para mantener el equilibrio y la propulsión.
¿Qué características tiene?
El esquí de fondo adaptado se caracteriza por:
- Su accesibilidad: es un deporte que puede ser practicado por personas con una amplia gama de discapacidades, gracias a la variedad de equipamientos y técnicas disponibles.
- Sus múltiples beneficios: mejora la condición física, la resistencia cardiovascular, la coordinación y la fuerza muscular, entre otros.
- Su bajo impacto: es una actividad de bajo impacto articular, lo que la hace ideal para personas con problemas de articulaciones o movilidad reducida.
- Su disfrute en entornos naturales: se desarrolla en paisajes nevados de gran belleza, ofreciendo una experiencia tranquila y reconfortante.