El esquí adaptado es una modalidad deportiva que permite a personas con discapacidad física, sensorial o intelectual disfrutar de la emoción y los beneficios del esquí.
¿En qué consiste?
Esquiadores con diferentes tipos de discapacidades descienden por las pistas de nieve utilizando diversos equipamientos adaptados a sus necesidades:
- Esquíes: pueden ser de uno o dos, con fijaciones especiales y estabilizadores.
- Sillas de esquí: permiten esquiar sentados, con sujeciones y sistemas de control que facilitan el manejo.
- Prótesis: se adaptan a las extremidades amputadas para ofrecer estabilidad y control durante el esquí.
- Bastones de esquí: pueden ser más cortos o largos, con empuñaduras especiales y apoyos para mayor equilibrio.
¿Qué características tiene?
El esquí adaptado se caracteriza por:
- Su gran variedad de categorías: existen diferentes categorías que clasifican a los esquiadores según su tipo y nivel de discapacidad, asegurando una competición justa y segura.
- Su carácter inclusivo: pueden participar tanto esquiadores individuales como equipos, fomentando el trabajo en conjunto y la colaboración.
- Sus múltiples beneficios: mejora la condición física, la coordinación, el equilibrio y la autoestima, entre otros.
- Su atractivo: es un deporte desafiante y emocionante que se desarrolla en un entorno natural de gran belleza.